Nicolás Massieu y Matos
El Patrimonio y la crisis.
Durante estos últimos años en el que la economía del país se ha visto sumida en una Crisis económica, diversos recortes han afectado -y mucho- a nuestra sociedad. Pero también hay que recordar que no es sólo en la educación en las escuelas en donde nos recortan los presupuestos, sino también en la educación cultural, por lo que una parte afectada es nuestro patrimonio cultural. Cierto es que una inversión apropiada en el patrimonio ayudaría al conocimiento y difusión del mismo, pero también a la formación de empleo, a fomentar el turismo y alguna cosa más, lo cual sería tanto beneficioso para el patrimonio, y por qué no, para la economía. Son muchísimos los empleos que se pueden llegar a dar, y las formaciones a desempleados, los cuales podrían encargarse, por ejemplo, de catalogar medios audiovisuales o de la venta de productos en algunos museos, por ejemplo.
Así mismo, esta inversión podría ayudar también a mejorar en la sociedad tanto la creación de más medios culturales, lo cual a su vez puede enfocarse de una manera más global, no solo a la sociedad del lugar donde se conserve el patrimonio, el museo, el centro de interpretación...sino que estos beneficios se pueden relacionar totalmente con mercados mundiales, más amplios.
Un ejemplo muy simple sería la creación de un museo o centro de interpretación, que a su vez implique a los ciudadanos de esa zona, los cuales pueden establecer negocios que estén relacionados con el mismo museo o la temática del mismo, así se desarrollarían tanto empleos dentro de ese museo como en los alrededores, siempre beneficiando a esos vecinos. Pero aún así esto debería estar complementado con una buena difusión, para atraer visitantes, tanto del país como foráneos, para poder mantener estos empleos, ayudando a su vez a la economía del lugar y del patrimonio cultural.
De hecho, se ha de ver que existen varios tipos de distritos relacionados con el patrimonio, ya sea histórico, lugares de valorización, como un museo o galerías de arte, y otras zonas relacionadas con el sector servicios, tal como serían las actividades hoteleras u hosteleras, y la búsqueda de la creación de una pequeña producción, al menos.
Con todo ello se busca la rentabilidad y sostenibilidad patrimonial, la inversión es algo totalmente necesaria, y que cuando se planea realmente bien, no solo es favorable para el patrimonio, sino para toda la sociedad.
Centros de Interpretación
Desde hace unos años, se ha puesto en el candelero la creación de Centros de Interpretación, buscando una nueva de ver y explicar el patrimonio que nos rodea. Pero en diversos artículos podemos observar que estos centros pueden estar muy bien al principio, pero las carencias que tienen cada vez son más grandes, y en general, tiene relación con los problemas de que puede haber entre unos partidos políticos y otros, que buscan méritos para quedar bien con la población de cierto lugar, en concreto, en donde se ha creado el dicho centro, para conseguir votos.
Tanto Jorge Morales Miranda, como Carolina Martín Piñol ven en sus respectivos artículos los defectos que están surgiendo de la creación de estos centros, sin la ayuda adecuada para ellos, lo cual termina haciendo que estos centros cierren, en detrimento del conocimiento del patrimonio. Para empezar, estos centros deben usar un lenguaje coloquial para poder explicar a los visitantes el patrimonio que resguardan e interpretan, y he ahí la palabra clave, "interpretar", algo que si no se lleva al punto de vista de una persona de a pie es como si no se hiciera nada. Quiero decir con esto que todas las informaciones que estos centros tienen para los visitantes han de estar al nivel, tanto de los escolares (que son los que más los visitan) como de adultos con una formación media, hasta personas más cualificadas o científicos, dividiendo el ámbito de la explicación según unas personas u otras, siempre de una manera totalmente didáctica y dinámica, puesto que la función final es aprender sobre nuestro patrimonio.
Pero esto no debe quedar ahí, puesto que el público evoluciona, cambia, y por ello, estos centros deben adaptarse a las necesidades que los visitantes demanden, ya sea con nuevos métodos explicativos, promoviendo la participación del visitante, como adaptándose a las nuevas tecnologías, las cuales ayudan mucho a la hora de hacer que el visitante aprenda por su cuenta también; no sólo debe estar ligado el conocimiento del patrimonio a un guía, puesto que si el centro cuenta con lo que necesita, el visitante, a través de los diversos recursos que pueda haber en el centro, puede aprender y disfrutar del mismo a la vez. Eso si, siempre teniendo en cuenta que no es la cantidad de recursos lo que importa, sino la calidad de los contenidos de los mismos, tampoco hay que hacer que el visitante se abrume ante tanta información y prefiera obviarla, lo que haría que todo lo anterior fuera en balde.
Aún así, pese a todas estas premisas, con el "boom" de los Centros de Interpretación se ha llegado a dar más problemas que hechos favorables, tanto por buscar la ubicación de los mismos, los recursos, los problemas que pueden llegar a darse entre dos grupos políticos que pugnan por los mejores méritos y por la falta de una regulación que equipare los centros, para que no se llegue a dar el abandono o cierre de los mismos.
Y como no, las administraciones de los mismos a veces no contratan a las personas mejor formadas para ello, sino que prefieren encarar esos centros hacia un turismo que sí, lo ve, le parece muy bonito, pero a la hora de la verdad es la sociedad del lugar que tiene el desconocimiento cuando debería ser por igual.
Y tu, ¿qué opinas de los centros de interpretación? ¿conoces alguno? ¿puedes dejarme tu opinión en "comentarios?